- Los oficiales de Sader revisan cada año más de 190 000 vuelos, 9000 embarcaciones, unos 400 000 vehículos y 262 000 peatones, a fin de evitar el ingreso de productos peligrosos
2000Agro/Redacción
Con el objetivo de incrementar la producción de alimentos seguros, coadyuvar a alcanzar la seguridad alimentaria y generar desarrollo en las comunidades rurales del país, durante el sexenio recién concluido, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) fortaleció sus programas sanitarios y de inocuidad, dirigidos principalmente al impulso de los productores de pequeña y mediana escala.
Por primera vez, desde su creación, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) aplicó de manera focalizada acciones de muestreo, trampeo, control biológico y químico, capacitación, supervisión y evaluación, con el fin de controlar y disminuir la prevalencia de plagas y enfermedades endémicas en cultivos básicos, como maíz, frijol, trigo y arroz.
Bajo este esquema se procuró que la producción de pequeña y mediana escala de estos cultivos, considerados de alta prioridad en 31 entidades, llegue a buen término con los rendimientos esperados y con ello proteger la economía de miles de familias y la calidad de los alimentos que llegan a nuestra mesa.
De acuerdo con datos oficiales del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en promedio cada año se cosechan en México más de 27 millones de toneladas de maíz, 3.4 millones de toneladas de trigo, 700 000 toneladas de frijol y más de 250 000 toneladas de arroz, las cuales son parte fundamental en la dieta de más de 126 millones de mexicanos.
Estos cultivos estratégicos son susceptibles principalmente a plagas presentes en el territorio nacional, como gusano cogollero y elotero, chapulín, langosta, gallina ciega, mosquita blanca, conchuela del frijol, pulgón verde de los cereales y chinche café, y a enfermedades, como roya de la hoja, lineal o amarilla y quema del arroz, entre otras.
En el último año se implementaron acciones fitosanitarias en 328 505 hectáreas, de las que 239 497 corresponden a maíz, 40 378 son de frijol, 44 534 de trigo panificable, 3596 de arroz y se incluyeron 300 hectáreas de caña de azúcar y 200 de garbanzo, en beneficio de 50 167 productores, la mayoría de ellos de pequeña escala.
Otra medida que se ha fortalecido en la pasada administración es la vigilancia epidemiológica de plagas exóticas, es decir, aquellas que no están presentes en el país, como la mosca del Mediterráneo.
Como parte del sistema de vigilancia, en los últimos 12 meses se tuvieron en operación 29 163 trampas y se analizaron 87 781 muestras de frutos hospedantes de la plaga.
Se implementaron 3596 planes de emergencia para erradicación de las entradas transitorias de la mosca, procedente de Guatemala. Las medidas fitosanitarias consistieron en la destrucción de 308 892 kilos de frutos hospedantes, el establecimiento de 74 176 estaciones cebo, la aspersión del producto orgánico Spinosad en 130 716 hectáreas y la liberación de 22 194 millones machos de mosca del Mediterráneo estériles y 966 millones de parasitoides.
Respecto al cuidado y protección de la ganadería nacional, en el último semestre los especialistas de la Dirección de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA) de la Dirección General de Salud Animal (DGSA) atendieron 1388 notificaciones por sospecha de enfermedades exóticas de los animales.
Las principales notificaciones fueron: 45 por ciento para enfermedades rojas del cerdo, 26 enfermedades tipo peste, 13 para las enfermedades priónicas (que producen el deterioro cognitivo) y 16 por ciento corresponden a problemas vesiculares y miasis por sospecha de gusano barrenador del ganado.
Fotografía: Sader
