Francisco Mayorga dijo que en México la leche es el único producto que tiene un precio de referencia fijo, lo que genera una gran distorsión al mercado.
Fijar el precio de la leche Liconsa provoca distorsiones que agravan la problemática del sector lechero, señaló el secretario de agricultura, Francisco Mayorga, al proponer que el precio de la leche fluida no sea fijado en el presupuesto.
«La leche es el único producto en México que tiene un precio de referencia fijo; ni siquiera la caña de azúcar (que opera mediante una fórmula) está en esas condiciones. Eso crea una gran distorsión al mercado», refirió.
Y consideró que esa política para la leche nacional se realizó sin bases económicas.
«Quiero pensar que fue un acto bondadoso de los legisladores para ayudar a los productores que estuvieran en mayor desventaja», reflexionó, «(pero) o nos ponemos a chambear en 2007, ó 2008 va a ser un tsunami (por la oleada de importaciones) que nos borrará a muchos.»
Para 2006, el Congreso asignó un presupuesto de 350 millones de pesos para comprar a 3.84 pesos el litro de leche fluida nacional.
En contraste, a Liconsa le cuesta producirla entre 2.20 y 2.30 pesos por litro -tomando como base el producto importado en polvo que cuesta a su vez 1.87 pesos para un litro-, mientras los ganaderos mexicanos alegan que su costo promedio oscila entre los 3.30 y 3.60 pesos por litro.
De esta forma, Liconsa subsidia a los productores, al comprar la leche a un precio por arriba del costo que tendría que desembolsar por importarla y subsidia a los consumidores, al venderla por abajo del precio de mercado, a 3.50 pesos por litro.
Mayorga señaló que los precios internacionales de la leche en polvo y los lactosueros han ido a la baja desde finales de 2005, y se espera que la tendencia prosiga por dos años más.
Como resultado, añadió, se ha tenido que elevar el subsidio por cada litro comprado a los productores nacionales, lo que ha obligado a comprar menos volumen este año.
En esa perspectiva, cuando se dé la apertura del TLCAN, el sector lechero nacional colapsaría, porque no podría competir con el estadounidense.
«Las políticas que tenemos como país no están siendo las correctas, a lo mejor sí lo fueron en el pasado, pero hoy, y a la luz de 2008, tenemos que hacer ajustes profundos si no queremos que la leche ‘se nos caiga fuerte'», dijo el funcionario al referir que la producción nacional ha venido bajando desde 2000.
Al tener Liconsa la facultad de adquirir la leche nacional a precios de mercado, su presupuesto le alcanzaría para beneficiar a más ganaderos lecheros mexicanos.
Mayorga se pronunció por que Ejecutivo y Legislativo acuerden, junto con el sector, una política de fondo que incluya, además de la libertad de Liconsa, programas de secado de leche fluida para luego rehidratarla en épocas de baja producción, así como apoyos para ganaderos lecheros a quienes les resulte incosteable venderle a Liconsa.
Fuente: Reforma
