Pecuario y Pesquero

Incrementa el consumo de pescado procedente de la acuicultura

La piscicultura es la única forma de atender una demanda creciente

Cerca de la mitad del pescado que se consume en el mundo procede de piscifactorías y no de capturas en el mar, según un nuevo informe de la FAO.

El estado mundial de la acuicultura 2006 fue presentado a delegados de más de 50 países presentes en la reunión bienal del Subcomité de Acuicultura de la FAO (Nueva Delhi, 4-8 de septiembre).

Mientras que en 1980 tan sólo el 9 por ciento del pescado para el consumo humano procedía de la acuicultura, esa cifra se ha elevado hoy al 43 por ciento, según el estudio.

Se trata de 45.5 millones de toneladas de pescado anuales, con un valor de 63 mil millones de dólares. El total de las capturas de pescado (en el mar y en agua dulce) en todo el mundo al año es de 95 millones de toneladas, de las que 60 millones se destinan al consumo humano.

No hay pescado suficiente en el mar

La demanda de consumo de pescado a escala mundial continúa creciendo, en especial en los países ricos y desarrollados, que en 2004 importaron 33 millones de toneladas, por valor de más de 61 mil millones de dólares (el 81 por ciento del valor de todas las importaciones de pescado realizadas aquel año).

Pero el nivel de las capturas de pescado en el mar ha permanecido básicamente estable desde mediados de la década de 1980 en que ha oscilado en torno a las 90-93 millones de toneladas anuales.

No hay muchas oportunidades de que se produzcan incrementos significativos en las capturas respecto a estos niveles, según la FAO.

El estudio más reciente de la organización de la ONU sobre las reservas ícticas a escala mundial demuestra que de las 600 especies importantes de valor comercial analizadas, el 52 por ciento están plenamente explotadas, el 25 por ciento se encuentran o bien sobreexplotadas (17 por ciento), agotadas (7 por ciento) o en fase de recuperación (1 por ciento). Otro 20 por ciento se encuentra moderadamente explotado, con tan sólo un 3 por ciento considerado escasamente explotado.

“Las capturas marinas son todavía elevadas, pero se han estabilizado, probablemente de forma definitiva”, explica Rohana Subasinghe, del Departamento de Pesca de la FAO y secretaria del Subcomité de Acuicultura.

Esta estabilización, unida a una creciente población mundial y el incremento de la demanda de consumo de pescado per cápita, causará dificultades.

El informe de la FAO estima que serán necesarias 40 millones de toneladas adicionales de pescado en 2030 tan sólo para mantener los actuales niveles de consumo. La única opción para satisfacer la demanda futura, será la producción en piscifactorías, según Subasinghe.

¿Puede la acuicultura ser suficiente?

La pregunta no tiene todavía una respuesta definitiva, según el informe de la FAO.

“La acuicultura podría cubrir la diferencia entre el abastecimiento y la demanda, pero existen otros factores que pueden empujar la producción en dirección opuesta, haciendo difícil que la industria crezca de forma suficiente para cubrir la demanda en las próximas décadas”, explica el documento.

La acuicultura ha experimentado un fuerte crecimiento desde mediados de la década de 1980, con un crecimiento cercano al 8 por ciento anual. Hoy en día continúa su expansión en casi todas las regiones del mundo, con la excepción notable del África subsahariana.

Pero la FAO está preocupada de que ese impulso podría disminuir si los gobiernos y las agencias de desarrollo no ajustan sus políticas para responder a las crecientes dificultades que amenazan el futuro crecimiento del sector.

Una de las principales dificultades, asegura la FAO, es la falta de inversiones que padecen los productores en los países en desarrollo, junto a la escasez de tierra y de agua dulce para la acuicultura. La subida de los costes energéticos representa otro problema adicional, y el impacto medioambiental y la inocuidad también siguen creando preocupación.

Harina y aceite para piensos

El informe también expresa dudas sobre el futuro del suministro de harina y aceite de pescado, que se utilizan para alimentar las especies de cría carnívoras, como salmón, mero y besugo.

Desde 1985, la producción mundial de harina y aceite de pescado –obtenida del pescado capturado en grandes cantidades y que no se destina al consumo humano- se ha estabilizado entre seis y siete millones de toneladas y un millón de toneladas, respectivamente.

Mientras que la mayor parte de la harina de pescado se usa para la alimentación del ganado -principalmente en el sector avícola-, la acuicultura representa hoy en día el 35 por ciento del suministro de harina de pescado a escala mundial. Mientras que esta demanda siga creciendo, se intensificará la competición con la ganadería terrestre por unos recursos limitados, con consecuencias tanto en los precios como en la disponibilidad.

Una clave para resolver este dilema será el continuo progreso para mejorar la eficacia de las fórmulas de los piensos –reduciendo la cantidad de harina de pescado que contienen- y buscando variantes de base vegetal.

“Necesitamos empezar a planificar ahora la forma de afrontar estos desafíos, ya que la acuicultura es crucial en la lucha contra el hambre en el mundo”, asegura Ichiro Nomura, director adjunto de la FAO para la Pesca.

“Ofrece una fuente de alimentación que es rica en proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. Y representa una manera de potenciar el desarrollo y crear empleo, haciendo aumentar los ingresos familiares y los beneficios del uso de los recursos naturales. Tenemos que asegurarnos de que el sector continúa su expansión de forma sostenible, para proporcionar comida e ingresos a más personas, en especial en áreas como el África subsahariana y Asia, donde subsisten el hambre y la pobreza”, añadió Nomura.

Fuente: FAO

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