El comercio ha sido a lo largo de los siglos un factor de comunicación, intercambio cultural, científico y de bienes, así como factor fundamental de la exploración geográfica, de la innovación tecnológica y promotor de la riqueza de muchas naciones, ciudades e individuos. Sin embargo, también ha sido motivo de guerras, de la explotación desmedida de personas y los recursos naturales.
En este contexto, el comercio justo es una iniciativa que busca contribuir a solucionar la desigual situación del mercado mundial, en donde los precios de las materias primas han venido decreciendo sistemáticamente y los precios de los productos industrializados se incrementan cada vez más.
Este tipo de comercio es considerado un puente que se tiende entre los pequeños productores y los consumidores, logrando que el productor obtenga un mayor ingreso por sus productos, con lo que puede mejorar su nivel de vida y el consumidor obtiene un producto natural, de alta calidad, a un precio accesible.
Originalmente el término de comercio justo fue empleado para circunscribir la comercialización de productos de pequeños productores de zonas y países marginados, bajo condiciones que fueran menos desfavorables a éstos, apoyadas por los consumidores solidarios.
En el transcurso de las dos últimas décadas, este movimiento se ha convertido en un concepto que alberga muchas formas de comercialización con objetivos que rebasan el ámbito comercial mismo. Básicamente es un esquema comercial, cuyo fin es obtener lo mejor para todos: pequeños productores, consumidores, sociedad y medio ambiente.
Entre sus objetivos está disminuir el número de intermediarios entre los productores y los consumidores; pagar los productos a un precio determinado con el fin de conceder mejores ingresos, así como desarrollar prácticas socialmente respon-sables en las entidades del circuito comercial; por su parte el productor debe respetar el medio ambiente y las normas laborales adecuadas, siempre ofreciendo productos de calidad.
En los países industrializados son las empresas las que desarrollan el comercio justo, y en los países en desarrollo son las cooperativas y comunidades de pequeños productores las que integran este nuevo espacio económico.
Hoy día, en México los pequeños productores luchan por la innovación, profesionalización y masificación de los esquemas de un comercio justo, cuidando que no se pierda su identidad ante el mercado.
Los pequeños productores mexicanos tienen una larga tradición de lucha por mejorar sus condiciones de vida mediante sus organizaciones sociales y empresas económicas, las que son importantes para la economía mexicana porque producen, por ejemplo, 70 por ciento del café y casi la totalidad de la miel y del maíz.
Pero los pequeños productores mexicanos viven una realidad comercial marcada por la enorme desigualdad entre las fuerzas del mercado, las reglas actuales del libre mercado hacen que pequeños productores con bajos niveles de productividad pero con altos rangos de calidad, sustentabilidad social y ecológica tengan que competir en el mercado con productores y comercializadores extranjeros o transnacionales con altos niveles de productividad y bajos rangos de calidad, sustentabilidad social y ecológica.
Aunado a esto, en el actual contexto comercial global los precios de muchos productos de los pequeños productores han ido perdiendo su costo integral de producción. Este sistema se ha justificado por la supuesta autorregulación de la oferta y la demanda, pero este criterio de la autorregulación no toma en cuenta el efecto distorsionador de la especulación, ni el control del mercado por fuertes empresas de intermediación, ni el carácter inflexible de la economía de los pequeños productores.
En la medida en que los pequeños productores se vean obligados a participar en el mercado bajo estas reglas y realidades, tienen que buscar formas dife-rentes de llevar sus productos a los consumidores y obtener condiciones comerciales justas para sus productos.
Esfuerzos de organizaciones
En México existen dos asociaciones que desarrollan el comercio justo: Comercio Justo México, AC y Bioplaneta. Estas organizaciones tienen como misión promover el desarrollo y comercialización de productos y servicios de las pequeñas empresas productoras mexicanas en beneficio de su desarrollo social, económico y ambiental, en una relación solidaria con los consumidores.
En entrevista para Teorema Ambiental, el director ejecutivo de Comercio Justo AC, Eduardo Rojo, explicó que la organización es una alianza solidaria entre los pequeños productores y consumidores, en la que se quiere “lo mejor para todos”, es decir, los pequeños productores obtienen un trato comercial justo, mientras que los consumidores adquieren productos de calidad integral.
De igual forma, mencionó que el Comercio Justo no es caridad, si no un pago justo y razonable por el trabajo que implica la producción de un producto superior a otros, y que además cuenta con calidad social y ecológica.
La función principal que adopta esta asociación es la promoción de los productos hacia los consumidores, haciendo campañas educativas de concienciación y de publicidad, y, por otro lado, brindan apoyo a los grupos de pequeños productores en la búsqueda de soluciones en su amplia problemática comercial y empresarial.
Rojo mencionó que a finales de 1998, integrantes de organizaciones y redes de pequeños productores y de organismos civiles se reunieron para la construcción de un sello mexicano de Comercio Justo pero fue hasta septiembre de 1999 cuando se constituyó formalmente.
Éste es el principal instrumento de promoción de Comercio Justo, que se creó para identificar sus productos en el mercado mexicano y garantizar que los productos que se están consumiendo sólo provienen de organizaciones de pequeños productores y que reciben un trato comercial justo por sus productos. Por su parte los consumidores reciben a precios razonables, productos de calidad que cumplen estrictas normas y certificados por instancias autorizadas.
Son seis las marcas de organizaciones y empresas que utilizan este sello y gracias a él, los productos se distinguen y los consumidores pueden estar seguros de que éstos cumplen con las reglas básicas de la asociación; entre esas marcas se encuentra Café Orgánico Fértil, Majemut, Uciri, Cesmach, Café Directo y Museo.
Por su parte, Bioplaneta es una organización social que alberga a 70 productores y está constituida como una red nacional de empresas y cooperativas rurales sustentables comprometidas con la conservación, la restauración ambiental y la solidaridad.
Bioplaneta mantiene alianzas con centros educativos y de investigación, organizaciones no gubernamentales (ONG) y personas comprometidas con el desarrollo sustentable, la calidad de vida, así como la equidad social y comercial.
Esta iniciativa es una herramienta para las empresas comunitarias ya que permite capacitarse permanentemente, mejorar y mantener su calidad de vida, pero sobre todo, comercializar sus productos y servicios en los mercados locales, regionales, nacionales y globales de una manera justa y equitativa.
La asociación, explicó la directora administrativa, Sandra Contreras, busca brindar un espacio a los sectores menos favorecidos de la sociedad en el mundo global, respetando siempre los va-lores, cultura, recursos naturales y tradiciones, de cada región. De igual forma, comentó que el valor económico de un producto no puede limitarse al valor del mercado, sino que debe incorporar una valoración equilibrada entre: la distribución de los beneficios, el trabajo físico, el trabajo intelectual, la habilidad personal o grupal, la tecnología, la riqueza por factores culturales o naturales, entre otros.
Por ello la iniciativa del comercio justo o equitativo que impulsa Bioplaneta, es contribuir a que todo productor tenga el derecho a un ingreso justo por su trabajo y lograr un desarrollo económico y social equilibrado, es decir, dar un precio adecuado que cubra no sólo sus necesidades sino que también proporcione productos de calidad.
Contreras agregó que el trabajo que realizan en la asociación lo basan en la cooperación en red, bajo el principio de una convivencia equitativa entre las diferentes culturas, pueblos, personas e instituciones, ya que se proponen procesos de comunicación e intercambio, transformando así el actual esquema personalista y voraz de las relaciones comerciales, en un sistema que integre el intercambio justo y equitativo de bienes y servicios.
Explicó que la aceptación por parte de los productores ha sido muy buena, ya que al trabajar en equipo es más fácil que si lo hicieran de forma individual, el problema ha surgido en un sector de consumidores poco renuentes a comprar los productos ya que éstos no son de marcas conocidas, y compiten con las ya conocidas.
Bioplaneta
El personal de Bioplaneta realiza recorridos men-suales en diferentes regiones para llegar a los distintos productores y conocer sus proyectos y productos. Asimismo operan cuatro centros de información, ubicados en los estados de Chiapas, Oaxaca, Hidalgo y Veracruz, los cuales estan equipados con una computadora en la que cada miembro tiene su cuenta de correo y acceso al sitio de Bioplaneta. Con ayuda de esta tecnología, se pueden recibir pedidos y estar en comunicación con otras comunidades.
En estas sedes se planean conferencias, foros, capacitación para los jóvenes ya que ellos tienen mayor apertura para las nuevas tecnologías; en el corto plazo se tiene planeado construir otros 20 centros, explicó Sandra Contreras.
Uno de los requisitos para pertenecer a Bioplaneta es que los productos sean realmente ecológicos sin importar que estén certificados, es decir que se produzca de manera sustentable. Por ello Bioplaneta fomenta la agroecología que es un conjunto de sistemas y tecnologías que permiten la producción agropecuaria de manera sustentable, con alta calidad y una productividad competitiva.
Por otro lado, se busca el desarrollo y el uso de tecnologías adaptadas a las condiciones culturales, sociales, económicas y ecológicas de cada región, partiendo de la realidad y de los problemas de la región.
La agricultura orgánica o ecológica considera al suelo o sustrato, como un organismo vivo, dinámico y sistémico, así como una unidad de conservación ambiental integrándola a la microcuenca hidrográfica correspondiente, partiendo de la realidad y de los problemas de la región.
Además de llevar a cabo el comercio justo, Bioplaneta promueve el ecoturismo comunitario como una alternativa sustentable en comunidades con áreas ecológicas prioritarias, generando beneficios ambientales, económicos y sociales.
Con esta estrategia fortalece y promueve la preservación de los recursos naturales y culturales, el reparto justo y equitativo de los ingresos, así como la integración de la población a un ritmo propio de desarrollo, mejorando su calidad de vida; en este sentido, el ecoturismo que promueve Bioplaneta es una herramienta en manos de las comunidades para fomentar el cuidado de los ecosistemas.
Comercio Justo, AC
Esta organización tiene entre sus miembros a grupos indígenas que tienen tradiciones culturales milenarias en las cuales los valores comunitarios predominan sobre el individualismo y donde el cultivo de productos para el autoconsumo se complementa con la producción para la venta, muchos de ellos no tienen acceso a servicios básicos de salud, educación e infraestructura.
Actualmente Comercio Justo México está integrado por 25 organizaciones sociales y civiles; por un lado, 16 organizaciones de productores de café y miel que representan a más de 125 mil familias organizadas en grupos de pequeños productores, y por otro lado, participan nueve organizaciones y redes de sociedad civil que representan a más de 400 organismos civiles en el país, explicó Eduardo Rojo.
Desde su fundación, Comercio Justo México, AC ha desarrollado diferentes estrategias, entre ellas la formulación de normas que se elaboran por medio de comités en los cuales participan tanto los pequeños productores como las comercializadoras involucradas, siempre vinculando la problemática de estos productores con las posibilidades del mercado y la solidaridad de los consumidores.
Otra estrategia es la certificación independiente que desde su fase inicial Comercio Justo México cree indispensable que los propios productores y comercializadoras participen en el diseño de estas normas de verificación y certificación.
Los representantes de Comercio Justo afirman que este tipo de comercialización puede resolver varias problemáticas como la migración a las grandes ciudades y zonas agroindustriales, la desintegración familiar y social a consecuencia de la migración y la pérdida de la cultura rural.
Recuadro 1
MIEMBROS DE COMERCIO JUSTO, AC
Campesinos Ecológicos de la Sierra Madre de Chiapas, SC
Cooperativa Tosepan Titataniske
Indígenas de la Sierra Madre de Motozintla San Isidro Labrador
Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo
Unión de Ejidos y Comunidades de Cafeticultores Beneficio Majomut, RICV Oxfam Internacional
Coordinadora Latinoamérica y del Caribe de Pequeños Productores de Comercio Justo
PRODUCTOS
Café orgánico
Miel orgánica
Recuadro 2
MIEMBROS DE BIOPLANETA
Alternativas y Procesos de Participación Social, AC
Asociación de Bioproductores del Estado de Michoacán, AC
Bosque de Niebla Las Cañadas
Cooperativa de Mujeres Campesinas La Fe de la Reserva de la Biosfera el Cielo
Centro de Desarrollo Alternativo Indígena
Ecoturismo Tortuga Carey en Peña Hermosa en el estado de Veracruz
Servicios Ecoturísticos La Ventanilla
PRODUCTOS
Amaranto
Aguacate orgánico
Servicios ecoturísticos
Conservas
Artesanías
Cosméticos naturales
Miel
Semillas y cereales