La organización productiva es uno de los aspectos que, en general, menos atención recibe de parte de los productores en el medio rural. Sin embargo, es un factor fundamental para consolidar un buen proyecto.
Un ejemplo de cómo caminar en esta dirección es la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Dulceacuícola Valle de Matatipac, que desarrolla el bicultivo de tilapia y camarón, bajo sistema extensivo en 350 hectáreas de agua dulce.
Está integrada por 57 socios, todos originarios del ejido Colonia 18 de Marzo, municipio de Rosamorada, Nayarit, lugar donde se encuentra la laguna La Pesca, la cual tiene concesionada para la realización de su proyecto.
Cómo fortalecer la organización
Sin duda alguna la base para fortalecer la organización de cualquier empresa es el diseño de reglamentos internos que estén apegados al programa de trabajo y a las actividades productivas del proyecto, como en el caso de nuestra empresa social que inició en 1985 con 89 socios, con el cultivo extensivo de tilapia, asegura Jerónimo Ávalos Bustamante.
Como tesorero del Consejo de Administración y auxiliar técnico de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Dulceacuícola Valle de Matatipac, expone que “como otras organizaciones iniciamos con problemas organizativos, como el robo de tilapia de nuestra laguna por parte de los mismos socios y personas ajenas, la inasistencia a reuniones y el incumplimiento de las actividades contempladas en el programa rol de trabajo”.
Por ello, la cooperativa elaboró un reglamento interno para regular las actividades en el proceso productivo, el cual se sometió a consideración de la asamblea y quedó aprobado por unanimidad.
“A partir de entonces –apunta Jerónimo Ávalos– empezamos a obtener mejores resultados, ya que aplicamos las sanciones establecidas en reglamento, tales como las multas a quienes incurrieran en alguna falta y la exclusión de algunos socios. De esa manera, hemos logrado fortalecer nuestro nivel organizativo.”
Alianzas externas
La cooperativa forma parte del Comité Local de Sanidad Acuícola en Nayarit con el objetivo de atender y fortalecer la problemática de enfermedades propias del cultivo, de tal manera que permita alcanzar las metas proyectadas.
Al mismo tiempo busca otras alianzas externas para desarrollar un centro de acopio de tilapia y una planta fileteadora, por lo que se realiza un diagnóstico en toda la región productora de dicha especie, que incluye alrededor de ocho cooperativas pesqueras de la región, ubicadas en los municipios de Rosamorada, Tecuala y Tuxpan.
“Estamos realizando visitas y reuniones con los dirigentes de estas cooperativas y proponiéndoles integrarse a un esquema de asociación donde se comprometan a acopiar toda la producción en este centro y se les pague el precio que ofrezcan otras empresas acopiadoras. Además, se busca que obtengan resultados adicionales, ya que participarán en las utilidades que genere este nuevo proyecto; para que esto quede bien establecido, haremos convenios notariados con cada una de estas organizaciones pesqueras”, detalla Ávalos Bustamante.
Entre esta cooperativa y otras ocho organizaciones pesqueras de la región, producen más de 300 toneladas de tilapia entera cada año. La localidad se encuentra en un lugar estratégico para acopiar la producción y cuenta con buenas vías de acceso, un camino pavimentado que entronca con la carretera internacional México 15 y los servicios básicos necesarios como teléfono, agua potable y energía eléctrica.
Responsabilidad y derecho
El reglamento interno de la cooperativa ha sido la base para mantener y mejorar el aspecto organizativo. También se cuenta con un programa de trabajo donde se proyecta la aplicación de los recursos que forman el Fondo Empresarial de Capitalización (FEC).
Cada ciclo de cultivo todos los socios participan en diversas tareas, desde el inicio del cultivo en labores como la preparación de instalaciones, fertilización, siembra, biometrías y muestreos poblacionales, vigilancia y cosecha.
La asamblea ordinaria se realiza cada mes y en ella se informa de las actividades y avances de los trabajos, así como el estado que guardan los recursos económicos. Existe una comisión de precios responsable de buscar con anticipación a la cosecha el mejor precio de venta para su comercialización de tilapia y camarón.
En caso de incumplimiento en alguna de las actividades, el reglamento interno establece sanciones económicas que van de 50 a 2,500 pesos, pero también puede llegar a la expulsión y la demanda en caso de ilícitos.
Una de las prácticas que se utilizan es la permuta, es decir, cuando uno de los socios tiene algún problema que le impide cumplir con una de las actividades, tiene que buscar quién lo releve, con la aprobación de la asamblea; en caso de no asistir a una reunión, tiene que justificar satisfactoriamente la ausencia o de lo contrario se le aplicará la sanción establecida en el reglamento interno.
Los derechos
Con respecto de los derechos, todos los socios participan en las utilidades que se generan cada año. Durante la cosecha del producto participan en el plan de trabajo y un porcentaje del precio de venta les corresponde a los socios y la otra parte a la cooperativa.
Por ejemplo, si el precio de venta de tilapia es de 14 pesos y el de camarón es de 70 pesos, el socio que lo captura recibe cuatro pesos por cada kilo de tilapia y 20 por cada kilo de camarón y el resto (10 y 50 pesos, respectivamente) son los ingresos que registra la cooperativa. Adicionalmente cada cooperativista tiene derecho a llevar camarón o tilapia a sus familias de lo que capturan sin rebasar los dos kilos de camarón por día y tres de tilapia, pero solamente en la cosecha, en caso de que rebasen los límites, son sancionados conforme al reglamento interno.
También cuentan con un fondo de apoyo al mejoramiento de la vivienda que se administra en la cooperativa, cuyos beneficiados son todos los socios, aplicándose en remodelación, ampliación o construcción de sus casas, recuperándose por medio de las utilidades de cada ciclo.
Administración del grupo
El Consejo de Administración de la cooperativa es el responsable del manejo de los recursos financieros, realiza las compras de insumos, convoca y dirige las reuniones, ejecuta las ventas, coordina el programa de trabajo, administra el Fondo Empresarial de Capitalización y proyecta los conceptos del gasto del ciclo por desarrollar, con el consenso de la asamblea, apoyados por un asesor administrativo permanente. El Consejo de Vigilancia revisa los movimientos financieros que lleva a cabo el Consejo de Administración y supervisa que se cumpla de manera correcta el programa de trabajo.
El Fondo Empresarial de Capitalización fue constituido en junio de 1999 con los recursos de consolidación y utilidades que reintegró la cooperativa a Fonaes, las cuales solicitó para constituir dicho instrumento de capitalización. Así, la aportación de Fonaes fue de 443,458 pesos y la cooperativa aportó otra parte igual, con lo que se constituyó un fondo de 886,916 pesos, estableciéndose dos tasas, una de actualización y otra de capitalización, de las que 5 por ciento son del monto y 15 por ciento corresponden a las utilidades obtenidas por cada ciclo, respectivamente. Actualmente cuentan con un millón 57 mil pesos.
“Este instrumento de capitalización nos ha permitido adquirir los insumos necesarios para todo el ciclo productivo sin necesidad de recurrir a otras fuentes de financiamiento como los bancos. Cuando obtenemos los resultados de cada ciclo productivo lo reintegramos y le aportamos los rendimientos de la tasa de actualización y el 15 por ciento de las utilidades para que siga creciendo”, recalca Jerónimo Ávalos.
Considera que éste “es el mejor apoyo que puede tener una empresa social, ya que es muy fácil de operar y administrar y no se pagan intereses. Si no contáramos con este fondo no tuviéramos los resultados ni los beneficios que hasta hoy hemos tenido”.
Redistribución de beneficios
Los beneficios se distribuyen entre los socios, los reintegros y las aportaciones al Fondo Empresarial de Capitalización, y el reintegro del Fondo de Apoyo a la Vivienda, principalmente.
La cooperativa cuenta con dos camionetas para el transporte de personal e insumos; una retroexcavadora que se utiliza para reparación de bordos de la laguna y desazolve de canales; un camión de volteo para balastreo de los caminos; equipos y artes de pesca; una oficina con el mobiliario y equipo de oficina.
Perspectivas en el corto y mediano plazos
En el corto plazo la cooperativa proyecta –a finales del presente ciclo– recuperar la inversión efectuada para el saneamiento de la laguna, la cual secó, limpió y desinfectó para eliminar depredadores del camarón, que son principalmente peces de hábitos carnívoros, como chihuiles, robalos, constantinos y puyeques.
A mediano plazo, expone el tesorero de la cooperativa, se planea incursionar en el nuevo proyecto de la instalación de la planta fileteadora de pescado, que servirá también de centro de acopio y podremos generar al menos diez empleos permanentes, que pueden desempeñar mujeres y familiares de los socios de la cooperativa.
“Con esto queremos dar valor agregado a nuestro producto para vender a mejor precio y obtener mejores resultados. También queremos incrementar los recursos del Fondo Empresarial de Capitalización ya que este mismo nos servirá para utilizarlo en la operación de la planta fileteadora para la adquisición de la materia prima e insumos necesarios”, concluye.
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