- Los jóvenes buscan disminuir los efectos del epistemicidio cultivando frijol, chile y diversas razas de maíces
2000Agro/Redacción
Con el propósito de recuperar prácticas de cultivo ancestral, 50 estudiantes de PrepaTec campus Santa Fe, con el apoyo del Museo Cencalli: Casa del Maíz y Cultura Alimentaria, estudiaron los efectos del fenómeno del epistemicidio en la agricultura con el fin de rescatar parte del conocimiento de los pueblos originarios de México.
De este modo, tras una extensa investigación, los jóvenes aplicaron los conocimientos adquiridos a un terreno de 50 metros cuadrados (m2) dentro del campus, donde comenzaron a cultivar frijol, chile y seis tipos de maíz: verde, rojo, azul, negro, arcoíris y pinto.
Oswaldo Gallo, profesor y responsable del proyecto, aseguró: “Las culturas precolombinas en América tenían un conocimiento enorme de plantas medicinales que fue sistemáticamente erradicado debido a la Colonia y a procesos políticos, económicos y sociales.”
Asimismo, el docente agregó que otro factor que ha atribuido a esta pérdida de información corresponde a la masificación de los monocultivos que existe hoy, es decir, la práctica de sembrar extensivamente una sola especie en grandes áreas de tierra; método utilizado principalmente en la agricultura industrial y comercial para hacer más eficiente y maximizar la producción de un producto específico a corto plazo.
Mientras que las milpas, policultivos donde se siembran diferentes frutos como el maíz, la calabaza y el frijol, se vuelven un sistema de retroalimentación que permiten nutrir la tierra continuamente.
“México posee la mayor diversidad de razas de maíz en el mundo, pero con el tiempo se ha perdido la tradición de cultivar algunas razas como el maíz rojo o verde, inclusive hoy, el lugar donde más se cultiva el maíz verde ya no es México, sino el estado de Ohio en los Estados Unidos”, puntualizó Oswaldo Gallo.
A su vez, algunos jóvenes involucrados aseguraron que la poca información para cultivar cierto tipo de maíces fue, sin duda, una de las barreras más importantes a las que tuvieron que enfrentarse. Ante ello, se vieron obligados a desarrollar su propio conocimiento, trabajar de forma autónoma y tomar como referencia formas de cuidado y riego de otros cultivos que hoy son más comunes.
El proyecto planea continuar el proyecto incorporando técnicas de cultivo utilizadas en otros estados de la República como Oaxaca, Guerrero, entre otros, con el objetivo de promover estas prácticas. Además, próximamente se añadirán el cultivo de calabaza y amaranto, así como semillas de maíz cien por ciento libres de transgénicos, donadas por el Museo Cencalli.
Fotografía: Tec de Monterrey
