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TECNOLOGÍA
Clasificación de las aguas de riego y normas de uso
Tipo
Normas de uso
C1
Agua de baja salinidad. Apta para el riego en todos los casos. Pueden existir problemas sólo en suelos de muy baja
permeabilidad.
C2
Agua de salinidad media. Apta para el riego. En ciertos casos puede ser necesario emplear volúmenes de agua en
exceso y utilizar cultivos tolerantes.
C3
Agua de salinidad alta. Puede utilizarse para el riego en suelos con buen drenaje. Se emplean volúmenes de agua en
exceso para lavar el suelo; se utilizan cultivos tolerantes a salinidad.
C4
Agua de salinidad muy alta. En muchos casos no es apta para el riego. Sólo debe usarse en suelos muy permeables y
con buen drenaje. Se emplean volúmenes en exceso para lavar las sales del suelo; se utilizan cultivos muy tolerantes
a salinidad.
C5
Agua de salinidad excesiva. Sólo debe usarse si se extreman todas las precauciones apuntadas anteriormente.
C6
Agua de salinidad excesiva. No es recomendable para riego.
S1
Agua con bajo contenido de sodio. Apta para el riego en la mayoría de los casos; sin embargo, pueden presentarse
problemas con cultivos muy sensibles al sodio.
S2
Agua con contenido medio de sodio y, por lo tanto, con cierto peligro de acumulación de este elemento en el suelo,
específicamente en suelos de textura fina (arcillosos y franco-arcillosos) y de baja permeabilidad.
Deben vigilarse las condiciones físicas del suelo y, en especial, el nivel de sodio intercambiable del suelo, que se debe
corregir en caso de ser necesario.
S3
Agua con alto contenido de sodio y gran peligro de acumulación en el suelo. Se recomiendan aportaciones de materia
orgánica y yeso agrícola para corregir el posible exceso de sodio en el suelo; también se requiere un buen drenaje y
el empleo de altos volúmenes de riego.
S4
Agua con contenido muy alto de sodio. No es recomendable para el riego en general, excepto en caso de baja salini-
dad. Si se emplea se deben tomar todas las precauciones apuntadas.
De lo anterior se deriva que es necesario
—
al momento de elaborar el programa
de fertirriego
—
considerar la calidad de
agua que se utilizará para el riego, por lo
tanto, es fundamental realizar análisis en
laboratorio y, de acuerdo con los resulta-
dos, elaborar el programa.
Por lo anterior, se exige tener conoci-
miento de la presencia y cuantificación de
las sales presentes en las aguas de riego.
Además, se deberá monitorear la calidad
del agua de drenaje, con la finalidad de
detectar problemas en su nutrición.
Los resultados de los análisis fisicoquími-
cos de las aguas de riego indican variación
en su composición, con lo que se prevé
que en las aguas con alta presencia de
sodio seguramente se presentarán proble-
mas en las propiedades físicas del suelo,
al afectar la estructura (defloculación), en
comparación con las aguas que presentan
altas concentraciones de calcio, aun sin
manifestar alta conductividad eléctrica.
Las aguas de riego pueden ser clasifica-
das con base en las normas de uso de la
Universidad de Riverside, California, Es-
tados Unidos, en función de la salinidad
y su contenido de sodio.
* Académicos de Suelos,
Aguas y Fisiología Vegetal de la Facul-
tad de Agronomía de la Universidad
Autónoma de Sinaloa.
** Académicos de Agua y Suelo del
Instituto de Ciencias Agrícolas de la Uni-
versidad Autónoma de Baja California.