2000Agro 81 - page 6

CARTA EDITORIAL
Wendy Coss y León
Directora General
Innovación tecnológica
que aporta seguridad
4
C
ada año, entre 30 y 40 por ciento de la producción agrícola mundial se ve
afectada por la presencia de plagas y enfermedades. Para contrarrestar
esta situación, las industrias agroquímicas y de biotecnología agrícola desti-
nan, anualmente, alrededor de seis mil millones de dólares a la investigación
y desarrollo de tecnología e insumos agrícolas que permitan el óptimo creci-
miento de los cultivos al tiempo que incrementan la producción de alimentos
de mejor calidad.
Invertir en tecnología que se traduzca en soluciones para los productores agrí-
colas es pieza clave en el proceso de alcanzar la soberanía alimentaria, no sólo
para México, sino para cualquier país. Y, para los productores, la inversión en
agroquímicos —que representa entre el 5 y 7 por ciento de los costos totales
de producción— es similar a un “seguro agrícola”, que cubre, prácticamente,
40 por ciento de sus cosechas.
Ante factores que son incontrolables, como la volatilidad de los mercados o
contingencias climáticas, los productores necesitan contar con la mayor canti-
dad de certezas posibles. Por ello, si bien la protección de cultivos representa
un reto para los productores, es también un área de oportunidad para la indus-
tria de agroquímicos, que tiene por delante el desafío de generar soluciones
oportunas, eficientes e inocuas.
Otro desafío para la agricultura es producir alimentos suficientes para una po-
blación en aumento, en condiciones que no son necesariamente óptimas si
consideramos que el área cultivable en el mundo ya no puede crecer más y
que los recursos naturales son cada vez más escasos.
Empero, con políticas adecuadas basadas en programas que incentiven la
producción agropecuaria y pesquera sostenible, es posible garantizar el abas-
to de alimentos y con ello, contribuir a erradicar el hambre. En este sentido, el
director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimenta-
ción y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, ha señalado que esquemas
como la Cruzada Nacional contra el Hambre sólo podrán tener éxito si se
enfocan en incrementar la productividad de los pequeños productores y en la
producción dirigida al abasto interno de alimentos, creando círculos virtuosos
que incentiven a los mercados locales.
Si en verdad la actual administración federal está comprometida con erradicar
la pobreza alimentaria, es fundamental incentivar la producción de alimentos
en zonas de alta y muy alta marginación, mediante políticas y recursos basa-
dos en la productividad, no en el asistencialismo.
Como bien señaló el director general de la FAO en entrevista para
2000 Agro
,
la alimentación es un derecho de los ciudadanos que debe ser garantizado
mediante leyes que establezcan la seguridad alimentaria como una política de
Estado, no como caridad o como instrumento de una política clientelista.
1,2,3,4,5 7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,...51
Powered by FlippingBook