2000Agro 81 - page 7

5
VISIÓN DEL CAMPO
L
os insectos son un recurso alimen-
ticio hasta ahora desperdiciado. En
muchos países —incluido México— son
una fuente fácilmente accesible de ali-
mentos nutritivos y ricos en proteínas
presente en diversos ecosistemas, prin-
cipalmente en los bosques.
De acuerdo con un estudio reciente pre-
sentado por la Organización de las Na-
ciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) durante la Conferencia
Internacional sobre los Bosques para
la Seguridad Alimentaria y Nutricional,
realizada en mayo, los insectos forman
parte de las dietas tradicionales de al
menos dos mil millones de personas.
Además de ser fuente de alimentos,
la recolección y cría de insectos pue-
den generar empleos e ingresos en
efectivo, hasta ahora sobre todo en el
ámbito familiar, pero también poten-
cialmente a escala industrial, destaca
el documento.
Con cerca de un millón de especies co-
nocidas, los insectos representan más
de la mitad de todos los organismos vi-
vos clasificados hasta ahora en el planeta.
Según la investigación de la FAO —reali-
zada en colaboración con la Universidad
de Wageningen, Países Bajos—, los
seres humanos consumen en el mundo
más de mil 900 especies de insectos.
A escala mundial, los más consumidos
son: escarabajos (31%), orugas (18%),
abejas, avispas y hormigas (14%), y sal-
tamontes, langostas y grillos (13%).
Además, muchos insectos son ricos en
proteínas y grasas buenas y tienen un
elevado contenido en calcio, hierro y zinc.
La carne de vacuno tiene un contenido
de hierro de 6 mg por 100 g de peso en
seco, mientras que el contenido en hierro
de las langostas varía entre 8 y 20 mg por
100 g de peso en seco, dependiendo de
la especie y el tipo de alimentos que los
propios insectos consumen.
Se calcula que en México existen al-
rededor de 512 especies de insectos
comestibles; sin embargo, de acuerdo
con la doctora Julieta Ramos Elorduy,
investigadora del Instituto de Biología
de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM) —y pionera de los
estudios en México acerca de la ingesta
humana de insectos— existe una idea
errónea de que éstos se consumen sólo
como último recurso entre las pobla-
ciones con menores recursos, princi-
palmente en zonas rurales e indígenas,
como el Valle de Mezquital, en Hidalgo.
Al realizar una investigación en dicha
región, considerada una de las más po-
bres de México, Ramos Elorduy encon-
tró que el consumo de insectos formaba
parte de la alimentación tradicional de
estas comunidades no por un tema de
costos, sino debido a arraigados hábitos
alimenticios. Además de la importancia
del consumo de insectos como par-
te de la cultura gastronómica, diversos
estudios científicos destacan las apor-
taciones nutrimentales de éstos y la im-
portancia de incorporarlos en la alimen-
tación, especialmente entre la población
más afectada por la desnutrición.
Foto: Especial
1,2,3,4,5,6 8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,...51
Powered by FlippingBook