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TECNOLOGÍA
El crecimiento de una población de in-
sectos depende de cómo se desarrollen
los procesos de natalidad y mortalidad.
La reproducción es una función de la fe-
cundidad (número de huevecillos o for-
mas juveniles que producen) y fertilidad
(viabilidad) de las hembras. Estos pará-
metros son afectados por la disponibili-
dad de alimento, clima y factores bióti-
cos que regulan las poblaciones.
Por ejemplo, las altas poblaciones de
pulgón (más de 100 por tallo) en trigo en
el Valle del Yaqui, Sonora, durante el ci-
clo 2001-2002, fueron favorecidas por la
siembra extensiva de trigo, que propor-
cionó un alimento abundante y las condi-
ciones de clima nublado y frío afectaron
a la avispita lisiflebus, principal parasitoi-
de del pulgón.
Con la reducción en superficie de siem-
bra de este cultivo (menos alimento) y
condiciones más favorables para los pa-
rasitoides, las poblaciones de pulgón se
redujeron considerablemente en los ciclos
2002-2003 y 2003-2004.
La velocidad a la que crece una población
está influida por el número de progenie, su
viabilidad y el tiempo en que es produci-
da. La capacidad de incremento de una
población se puede estimar por medio del
logaritmo de la tasa neta de reemplazo
(Ro = número de hijas reproductivas que
reemplazan a una hembra promedio
en el curso de una generación) dividida
por el tiempo medio de una generación.
La estrategia de sobrevivencia en la ma-
yoría de los insectos plaga en los sis-
temas agrícolas es conocida como de
estrategia “r” u “oportunistas”. Entre las
características de estos organismos se
tienen la de poseer un tamaño pequeño,
producir una gran cantidad de progenie,
vida corta, gran movilidad y pocos a nu-
los mecanismos de defensa.
Como ejemplo de este tipo se tienen los
pulgones, organismos que son de tama-
ño pequeño, vida corta, gran movilidad
y producen una buena cantidad de pro-
genie, la que está propensa a una alta
mortalidad natural. Estos organismos
presentan poblaciones explosivas que
son peligrosas en determinadas etapas
fenológicas del cultivo. Estas poblacio-
nes representan un peligro mayor cuan-
do son vectores de enfermedades como
las virosis, ya que en ciertos casos sólo
requieren probar el alimento para trans-
mitir un virus no persistente.
La estrategia “k” o “competidores” está
representada por organismos que viven
más tiempo, son más grandes, sedenta-
rios e invierten tiempo en el cuidado de
sus crías, las cuales son pocas pero con
mayor probabilidad de sobrevivencia.
Algunos insectos que viven en selvas tro-
picales en etapa de “clímax” representan
este tipo de organismos.
La regulación del crecimiento de una po-
blación se debe al factor de mortalidad.
Éstos pueden ser dependientes o no de
la densidad. Los factores no dependien-
tes de la densidad también se conocen
como catastróficos e incluyen el clima,
las labores de cultivo, la lluvia y otros.
En este caso la proporción de individuos
que mueren es independiente de cuán-
tos existen en la población.
En el caso de los factores dependientes
de la densidad la proporción de indivi-
duos que mueren es mayor entre mayor
es la población. Aquí se incluyen los pa-
rasitoides, depredadores y patógenos, el
alimento y la competencia.
Migración
En los sistemas agrícolas el movimiento
de las plagas hacia los cultivos (inmigra-
ción) y desde los cultivos (emigración) es
un fenómeno común que debe ser con-
siderado en el manejo integrado de pla-
gas. Este movimiento influye en las den-
sidades de población y en la fluctuación
de los insectos a través de tiempo.
El movimiento puede ser en cortas o
largas distancias dependiendo de las
condiciones ambientales y el medio en
que se están desarrollando los insectos,
contribuyendo con ello a la dispersión de
la especie.
En el sistema agrícola el proceso de colo-
nización representa un aspecto importan-
te que debe considerarse para el manejo
de plagas, ya que el tiempo que tarda la
plaga en establecerse y los enemigos na-
turales en lograr el equilibrio es importante
en el proceso del desarrollo de la plaga o
una enfermedad transmitida por ella.